El tema no es nuevo en Villa Gobernador Gálvez, pero desde hace un mes se acrecentó. Al menos tres panteones sufrieron la sustracción de objetos.
El Cementerio San Lorenzo de Villa Gobernador Gálvez ha sido durante mucho tiempo objeto de vandalismo y robo hormiga. Pero en el último mes, estos actos se acrecentaron y por lo menos tres grandes panteones institucionales sufrieron verdaderos saqueos. Manijas, imágenes de Jesucristo, placas y floreros de bronce; cables, llaves de luz, portafluorescentes y hasta puertas de aluminio fueron sustraídas. Familiares de difuntos y encargados del lugar piden que se refuerce la seguridad.
La secretaria de Gobierno del municipio, Victoria Culasso, reconoció el problema, y reveló que se está trabajando con la Fiscalía para controlar algunas chatarrerías de la zona, porque «ahí es donde va a parar lo sustraído». La funcionaria aclaró que «la tasa que cobra el municipio es para limpieza, conservación y mantenimiento de la necrópolis, no por seguridad». Pero enfatizó: «No nos desentendemos de la situación, que es muy compleja».
Si bien los atracos se acrecentaron desde octubre, esta semana causó mucha bronca el ingreso de desconocidos en el panteón San Jorge, perteneciente a la Mutual de Jubilados y Pensionados de Villa Gobernador Gálvez. Allí, manos anónimas entraron y se llevaron los portafluorescentes, de los que solamente pueden aprovechar los arrancadores. Pero no fue solo eso. Además, arrancaron de cuajo una pesada puerta de aluminio de dos hojas, y como no se la pudieron llevar, la dejaron escondida arriba de otro panteón, donde fue encontrada.
«Calculamos que los rompieron cuando quisieron esconderla», le dijo a este diario Teresa Cáceres, encargada de varios panteones del cementerio. «Aquí tendría que haber seguridad, pero no la hay; vinieron a cuidar un poco por el escándalo que hicimos, pero ahora, nada», lamentó.