Además mediante el programa Nuestro Terreno, centenares de vecinos accedieron al terreno propio sorteado por el municipio.

La municipalidad de Venado Tuerto adquirió 8,5 hectáreas en el barrio Juan XXIII para poner a disposición de los interesados y de ese modo urbanizar esa zona ubicada en uno de los populosos barrios ubicados detrás de la ruta nacional Nº 8. Aguardan la autorización desde Nación para poder llevar adelante el proyecto de urbanización en ese sector de la ciudad.

Por ootra parte durante la gestión del intendente radical, Leonel Chiarella, el municipio ha posibilitado a varias familias acceder a su primer terreno en distintos sectores de la Esmeralda del Sur mediante un sorteo transparente, justo e inclusivo. El novedoso programa se denomina Nuestro Terreno y cada año se sortean entre los inscriptos más de cien terrenos que se sortean entre miles de inscriptos.

A través del programa “Nuestro Terreno”, en sus dos ediciones, el Gobierno de Venado Tuerto pudo implementar una política de Estado tendiente a tratar de resolver parte de la problemática habitacional de la ciudad, por eso las autoridades municipales han confirmado que seguirán gestionando nuevos terrenos para lotear a futuro.

En este sentido, el director de Tierra y Hábitat, Fabián Vernetti, aseguró que “esta gestión ha adoptado como una política permanente la incorporación de tierras y el desafío es conseguir nuevas, porque es un tema finito, y si vendemos terrenos, pero después no compramos se terminaría rápidamente este programa de sorteo que le ha regresado la esperanza al vecino”. En este marco detalló que durante 2022 el Estado municipal incorporó 1,5 hectárea más, en dos propiedades separadas.

Vernetti destacó el funcionamiento de la Comisión de Tierras, integrada por concejales de los distintos partidos políticos y miembros del Ejecutivo municipal, donde se definen las distintas disposiciones para la compra y venta de terrenos, que luego reciben el correspondiente aval del Concejo Deliberante.

Un inconveniente para avanzar en la incorporación de nuevos lotes es la falta de documentación de muchos espacios que aparecen como disponibles, “tenemos casos de tierras que hace cuatro décadas fueron donadas al Municipio y nunca se escrituraron”, comentó.