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La parroquia San Jerónimo recibió una boleta cuyo monto triplica la última recibida: pasaron de pagar 40 mil pesos a 130 mil.

El recorte de subsidios es para todos. Nadie se salva. Ni Jesús. La iglesia San Jerónimo, de la localidad santafesina de Coronda, pagaba alrededor de 40 mil pesos la factura de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y la última que recibió asciende a más de 130 mil pesos. Difícil, casi imposible de pagar.

Ante esta situación, la comunidad de la iglesia decidió recaudar fondos a través de la venta de torta fritas. Cada domingo en la iglesia ubicada a metros del río Coronda se puede ver un stand con este producto.

La factura bimestral es de 264 mil pesos y solo contempla la iglesia. A esto se suma la casa parroquial que deberá pagar dos cuotas de más de 31 mil pesos. En total, la San Jerónimo deberá abonar dos cuotas de 160 mil pesos, en limpio, más de 320.000 pesos por el bimestre.

“Es lo que les pasó a todos los vecinos”, sentenció Javier Capoccetti, cura de la parroquia, en diálogo con LT8. El sacerdote manifestó “sorpresa” ante el montó, pero reconoció una situación similar en el resto de los fieles. «Somos igual que cualquier otro vecino y tenemos que ir a pagarla. No existe el ‘que te pague Dios’”, analizó con gracia.