Desde su peor inundación, en 2017 y dónde casi el pueblo queda sepultado por las aguas, a este presente de falta de agua extrema
En las décadas del 50, 60 y 70 tuvo su reconocimiento nacional como el espejo de agua más conocido de la Argentina. Visitado por miles y miles de turistas de todo el país, la laguna de Melincué se había instalado como el lugar alternativo a los grandes centros turísticos ubicados en Buenos Aires y Córdoba. Fluctuaba entre las 15 y 22 mil hectáreas y tuvo su punto más alto en 2017 dónde llegó a tener 30 mil hectáreas cubiertas. A siete años de ese hecho histórico, en dónde casi el pueblo es devorado por la gran inundación, la laguna atraviesa la bajante más grande de su historia y apenas 3 mil hectáreas son las que están cubiertas por agua. Sólo un diez por ciento de lo que fue en 2017.
La laguna de Melincué es quizás el lugar más conocido del sur santafesino por su histórico balneario que fue el deleite de miles de turistas en diferentes décadas desde 1940 en adelante. También lo es por las constantes crecidas, inundaciones y desbordes del espejo de agua a lo largo de su historia. Ahora está atravesando el período más seco y quizás sea este año el de la bajante más pronunciada aunque se esperan lluvias constantes en el corto plazo.