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Con sedes en Sunchales y Gálvez, la empresa láctea se deshace de más del 20 % de sus trabajadores

La cooperativa Sancor envió esta semana unos 300 telegramas de cesantías divididos entre sus cinco plantas, dos de ellas ubicadas en Santa Fe. La empresa advierte que la decisión es por motivos de fuerza mayor, producto de la escasa cantidad de materia prima.

Sancor recibe para procesar un total de 250 mil litros de leche al día (en sus mejores épocas llegó a recepcionar cuatro millones de litros). En este contexto, la firma reduce la actividad en sus usinas, que están especializadas en distintos productos y en función a la demanda.

En total, la empresa tiene 1.350 trabajadores distribuidos en sus cinco sedes: una en la ciudad santafesina de Gálvez, donde le dan valor agregado a los quesos, con la maduración y sus procesamientos; otra en Sunchales, allí se elabora dulce de leche y las líneas de leches larga vida, infantiles y en polvo. En Córdoba, la marca tiene paralizada la producción en La Carlota, dedicada a los quesos duros; Balnearia, con quesos semiduros; la que se mantenía activa era la fábrica de Devoto, donde se elabora queso crema y mantecas.

Los 300 telegramas fueron enviados a personal que desde hace bastante tiempo forma parte de la empresa, pero bajo el régimen de “jornadas libres”, es decir, sin asignación específica y que rotaban sus puestos.
La crisis en Sancor
La empresa fundada en 1938 en la localidad santafesina de Sunchales llegó a ser la más grande del país en su rubro, pero en 2016 comenzó un proceso de ordenamiento en el cual se desprendió del 73 % de su planta. Así pasó de 5.100 trabajadores, hasta los 1.350, sin contar los 300 telegramas enviados esta semana.

Desde 2016 hasta la actualidad, Sancor vendió su línea de productos frescos (yogures, flanes y postres), transfirió las plantas de Coronel Moldes (Córdoba) a una cooperativa local, la de Centeno en Santa Fe a la empresa La Tarantela y vendió su sede en General Charlone, provincia de Buenos Aires (PBA), a una compañía láctea de la región.

En 2018 también se deshizo de los establecimientos industriales de Morteros y de Chivilcoy, ambos en PBA, a cambio de 45 millones de dólares. Antes, por 33 millones de dólares, la empresa danesa Arla Foods compró el 50 % de la sociedad que tenía en la planta industrial Porteña, donde se elaboraba proteína de suero de queso.

La dificultad de Sancor está en encontrar un socio que pueda hacerse cargo de los 400 millones de dólares de deuda y sumar dinero fresco para recuperar a los tambos que ante complejos sistemas de pago venden su producción a otras lácteas.