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En el Hospital «J.B. Iturraspe» se realizó una cirugía cardiovascular a una recién nacida, con muy bajo peso, a partir de un trabajo conjunto con integrantes del servicio de Cirugía del Hospital «Dr. Orlando Alassia».

En la ciudad de Santa Fe, se concretó una cirugía de ductus arterioso persistente, a una bebé que nació en el Hospital J.B. Iturraspe, con 26 semanas de gestación y muy bajo peso. Hasta ahora, la única manera de hacer este tipo de intervenciones era trasladando a los pacientes que requerían esta práctica hasta el Hospital de Niños “Dr Orlando Alassia”. En esta oportunidad se logró hacer en el mismo hospital donde nació la niña, a partir de un trabajo conjunto con el equipo de Cirugía Cardiovascular del Hospital Alassia. De esa manera la intervención se pudo realizar reduciendo los riesgos que implica el traslado en esa condición, permitiendo que continúe recuperándose en el servicio de Neonatología de una maternidad de alta complejidad.
Así lo explica el cirujano cardiovascular infantil, Martín Irazuzta, del servicio de Cirugía del Hospital Alassia, quien estuvo a cargo de la intervención, y detalló que “el ductus es una comunicación que existe entre la arteria aorta y la arteria pulmonar, que en la vida fetal permanece abierta para que circule la sangre”. En los primeros días de vida, agregó el profesional, después del parto, ese conducto se cierra por sí solo, pero en los niños que nacen prematuros, o con muy bajo peso, hay más riesgo de que persista abierto. Un 60% de los casos que presentan esta patología responde al tratamiento con medicación, pero el resto requiere procedimientos quirúrgicos. Las cirugías, “son generalmente rápidas y técnicamente sencillas, pero la complejidad está dada porque los niños pesan aproximadamente 1 kilo, por lo que tratamos de hacer lo más rápido posible”, precisó Irazuzta. En ese contexto, evitar el traslado de un efector a otro, reduce la complejidad del procedimiento: “aunque sean pocos kilómetros, un traslado implica sacarlos de la incubadora, con la posibilidad de que pierdan peso y temperatura, entre otros factores de riesgo”. Asimismo, permite que el post operatorio transcurra en el mismo efector, teniendo en cuenta que suelen ser períodos largos, en los que el niño debe aumentar de peso: “si permanecieran con el ductus abierto, la energía que gasta en el corazón no la puede desarrollar en todo su cuerpo. Con la cirugía, cuando otros tratamientos no dieron resultado, podemos ayudar a que esta recuperación de peso sea más rápida”.