Desde el municipio venadense se buscó llevar tranquilidad. Se dijo que la firma «no abandonó» y que es «lógica» la medida porque no arranca la obra.
El retiro de maquinaria pesada por parte de la empresa adjudicataria de la autopista Rosario-Venado Tuerto disparó la alarma en la sociedad ante la posibilidad de que se interrumpa la idea de iniciar los trabajos, aunque desde el municipio buscaron llevar tranquilidad y afirmaron que la firma «no abandonó» la obra.
El secretario de Obras Públicas de Venado, Pablo Rada, aclaró que no existe comunicación oficial respecto de la interrupción de los trabajos, y especuló conque las máquinas puedan haber sido llevadas a otro lugar.
El funcionario detalló que «las máquinas que son específicas para la obra de la autopista fueron retiradas por una cuestión lógica, porque si la obra no arranca, tener equipo de esa característica y tamaño de manera ociosa es complicado para cualquier empresa».
Paralelamente, el secretario aseguró que «Helport no se está yendo de la ciudad, porque el obrador está en condiciones operativas y la empresa está a la espera del desembolso de los fondos por parte de Vialidad Nacional».
Spot inexacto
Pese a los anuncios del gobierno nacional, hasta el momento no se hizo casi nada de la tan ansiada obra. Incluso en un spot televisivo se da cuenta de la conclusión de una obra que prácticamente ni comenzó.
Rada planteó que permanentemente desde el municipio se está en contacto con personal de la empresa y funcionarios nacionales para conocer la situación, y acotó que «hoy la que tiene la pelota no es la empresa, sino Vialidad Nacional que debe hacer el desembolso correspondiente para que se inicien los trabajos. Lo que tiene que quedar claro es que Helport no se va de la ciudad y lo que se llevaron son algunas máquinas que estaban afectadas directamente a la construcción de la primera etapa de la autopista».
Queda algunas máquinas
Apuntó, en la misma línea, que permanecen en el obrador las máquinas empleadas en el mantenimiento de la ruta 33, que es una afectación que viene ligada al acuerdo de concesión.
«La autopista sigue estando vigente y en lo que tenemos que seguir insistiendo es en que el Estado haga lo que tiene que hacer, que es traer los fondos correspondientes para esta ruta que es la principal arteria para trasladar el cereal y le aporta mucho dinero al Estado nacional», remarcó el secretario de Obras Públicas, y subrayó la importancia que tiene esta obra para evitar que la arteria nacional se siga cobrando vidas en accidentes de tránsito.
Tras recordar que, en un principio, la Autopista 33 se iba a ejecutar mediante el sistema de Participación Público Privada y que por las dificultades económicas del país esta alternativa está muy lejana, Rada planteó que en manos del Estado nacional está decidir «si sigue poniendo todo el dinero en la ruta 8 en Buenos Aires, tratando de resolver el tramo Pilar-Pergamino o si, de una vez por todas, toma la decisión de ejecutar la obra. Ahora lo que tenemos que pelear es para que parte del dinero que se está destinando, casi exclusivamente, a Buenos Aires, empiece a derivarse también a nuestra ruta nacional».