“El enorme desorden urbano que se padece en Rosario se puede revertir si se tiene en cuenta y se convoca a la participación de los propios afectados”, dijo Miguel Tessandori, consultado respecto de dos proyectos de ordenanza en los que propone soluciones a los problemas generados por la actividad de las personas conocidas como cuidacoches o trapitos.
“Una de nuestras iniciativas contempla tanto las quejas generalizadas de quienes se ven sometidos a extorsiones y aprietes como los los casos que se dan en lugares donde la gente se siente acompañada y protegida por estas personas”, indicó el concejal, respecto del proyecto de ordenanza que prohíbe la presencia de cuidacoches en la ciudad, pero contempla la continuidad de la actividad si la misma cuenta con el apoyo de de los frentistas que residen en las cuadras donde se desarrolla.
La iniciativa del bloque Volver a Rosario prevé modificar el artículo N°300 del Código de Convivencia Ciudadana, para que en el mismo queden establecidas sanciones a toda persona que “mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito, o que mediante actos extorsivos y/o de cualquier otra manera se arrogue preferencia de uso sobre la calzada o parte de la misma, preste servicios de estacionamiento, cuidado de coches o limpieza de vidrios sin autorización alguna”.
A la vez, el mismo proyecto prevé que el municipio pueda emitir autorizaciones para la actividad de cuidacoches, previa verificación del cumplimiento de requisitos como la “especificación inequívoca del sector o cuadra” en la que se desarrollará y el “acuerdo y aprobación de no menos del 10 por ciento de los vecinos” que residan en dicho lugar.
“También proponemos que estos permisos que se otorguen puedan quedar directamente sin efecto si hay quejas sobre el accionar de los cuidacoches; que además deberán presentar certificados de buena conducta y antecedentes penales”, detalló el presidente de la bancada que también integra la concejala Valeria Schvartz.
La otra propuesta de Volver a Rosario apunta específicamente a solucionar los problemas que se generan en torno a eventos masivos de distinto tipo, donde las prácticas extorsivas y las intimidaciones se multiplican. “Para estos casos impulsamos la presencia policial que garantice la tranquilidad de la gente que va a disfrutar de un recital o un partido de fútbol. Concretamente, nuestro proyecto prevé que el control se realice a través de un policía por cada cuadra y espacio de estacionamiento utilizados por quienes asistan al evento”, detalló Tessandori.