Los concejales se reunieron con la autoridad sanitaria para analizar la situación y pidieron reforzar controles de espacios públicos y apoyo a familias afectadas.
La situación sanitaria de Funes es motivo de suma preocupación debido al brote de coronavirus registrado este último mes. En julio la ciudad registró 15 casos, en agosto sumó 130 y terminando septiembre, alcanzó los 500 contagios. Los números van en sintonía con la progresión de la provincia que en el mismo periodo reportó 1.213, 7.905 y 32.805, marcando el crecimiento exponencial de esta pandemia.
La semana pasada los concejales se reunieron con la subsecretaria de Salud del municipio, la epidemióloga María Gabriela Jakubowski, a fin de interiorizarse sobre las políticas que se están implementando, especialmente en las últimas semanas. También estuvo presente el ex edil y actual jefe de Gabinete, Juan Miguez, que se contagió de Covid a fines del mes pasado y ya se encuentra recuperado.
Los ediles pidieron a las autoridades del Ejecutivo reforzar los controles en espacios públicos y las campañas de prevención, también apoyo para las familias que se vieron afectadas. Asimismo, se habló sobre los recursos y los elementos con los que se cuenta para tratar de desacelerar esta escalada.
En Funes no se hacen testeos propios porque se carece de capacidad y recursos para ello; todos los hisopados son a través de la provincia. Carlos Olmedo, presidente del Concejo, detalló a La Capital que por estos días el municipio está recibiendo muchas consultas telefónicas y de vecinos que se acercan a los centros de salud por ser contactos estrechos de positivos o porque tiene algún síntoma o dudas.
Al no tener en la localidad camas para internación, todos los casos que necesitan atención de ese tipo se derivan a los grandes efectores de salud regional, ya sean públicos o privados. “El municipio hace visita a hogares de aquellas personas que mantienen dudas sobre su salud pero ante sospechas se pide que llamen al 0800 de la provincia para que vengan a hacerles los testeos o lo realicen en forma particular en los laboratorios privados en caso de tener obra social o poder cubrir los costos”, puntualizó Olmedo.
En esta localidad, las demoras en los resultados y en la carga de datos son notables y va de la mano de lo que está ocurriendo en casi toda la provincia. En algunos casos alcanza a dos semanas y muchos pasan su aislamiento preventivo sin que le lleguen antes los resultados.
El edil comentó que el municipio está trabajando con personal reducido con rotación en cada área, “hubo contagiados que ya volvieron a sus tareas y ahora no hay focos activos”. Asimismo, se llegó a cerrar un centro de salud “porque se dieron un par de contagios estrechos pero pasado el período de aislamiento fue reabierto”.
“Luego del ultimo DNU provincial, los comercios se ajustaron a las medidas para el Gran Rosario con algunas flexibilizaciones como por ejemplo en el sector minorista que mantuvo sus puertas abiertas con horario reducido y protocolos, atendiendo de puertas hacia afuera. Los gastronómicos se manejaron con modalidad take away y desde este fin de semana volvieron a abrir en espacios al aire libre”, relató el presidente del cuerpo.
En tanto, aclaró que el Concejo solo dejó de sesionar las dos primeras semanas de la cuarentena y desde entonces lo hace en forma presencial pero solo participan los ediles y el secretario del cuerpo legislativo.