Según un documento del Observatorio del Derecho Social de la CTA, basado en la información publicada por el Ministerio de Trabajo de la Nación a diciembre de 2022 (SIPA y cajas no transferidas a la ANSeS), el salario está en los niveles más bajos comparables a 2006.
En diciembre los asalariados registrados del sector privado crecieron un 0,23%, van 29 meses de aumento ininterrumpido. En términos absolutos ya se recuperó la caída de la pandemia y casi todo el retroceso de 2018/19 y en comparación con un año atrás el empleo registrado en el sector privado creció un 4,4%: en un año se sumaron casi 265.000 nuevos trabajadores.
Estamos, por lejos, en el ciclo de creación de puestos de trabajo más alto de la última década. Sin embargo, el salario es el más bajo, comparable con 2006 y esto se debe a la altísima inflación.
A nivel sectorial se destaca el salto del empleo registrado en hotelería y gastronomía y construcción, que en 2022 tuvieron un aumento del 17,8% y 14,1% respectivamente. Minería (8%), comercio (5,9%) e industria (4%) también tuvieron aumentos muy importantes. Una parte del aumento de construcción y hotelería y gastronomía se debe a la recuperación post pandemia (son las que más cayeron y tardaron más en repuntar).
En el sector público el incremento del empleo estuvo levemente por encima del crecimiento vegetativo de la población (1,5%) y el ritmo de crecimiento fue bajando paulatinamente a lo largo del año. El mayor crecimiento en la ocupación registrada sigue a cargo de los trabajadores por cuenta propia. En el 2022 los monotributistas plenos se incrementaron un 6,6% y los sociales un 39%. En 10 años crecieron un 227%, pasaron de 187.000 a 611.000, y ya representan el 4,7% del total de ocupados registrados. Hace rato que dejaron de ser un componente marginal del mercado de fuerza de trabajo.
Por el contrario, las asalariadas en casas particulares siguen estancadas en los niveles post pandemia (similares a fines de 2017). La otra novedad en diciembre vino por el lado de los salarios del sector privado registrado. Crecieron un 8,2%, en parte gracias al bono otorgado por el Gobierno Nacional, y terminaron el año arriba de la inflación (97% vs. 94,8%).
La carrera precios – salarios sigue lanzada: el adelanto de enero de 2023 parece confirmar el proceso de creación de empleo. El índice elaborado a partir de la EIL creció un 0,4%, el valor más elevado para ese mes desde 2017. Por ahora empleo y actividad, en el corto plazo, caminan en direcciones opuestas.