La CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores y la CGT fueron recibidas esta tarde por los principales referentes del gabinete de Alberto Fernández para discutir una variada agenda con temas de vital importancia.
El encuentro fue presidido por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Desarrollo Estratégico, Gustavo Beliz.
En representación de la CTAA estuvieron presente el Secretario General, Ricardo Peidro junto a los Secretarios Adjuntos Hugo “Cachorro” Godoy y Claudia Baigorria.
El principal tema que se planteó fue el tema de la deuda y que no se va a pagar en los términos que planteó el gobierno anterior, sino que se van a sentar en forma firme ante los acreedores y el FMI. Y que para esto, pidieron el acuerdo y apoyo de todos los sectores, ya que se necesita evitar que se agudice la crisis para los sectores más vulnerables y la clase trabajadora en general.
Además, el Gobierno aseguró que no pretende suspender las negociaciones paritarias y afirmaron que el aumento será para todos los trabajadores del sector privado, pero a cuenta de futuros aumentos.
Desde la CTA-A se planteó, al no alcanzar este aumento al sector estatal, y para que no haya diferencias con el sector privado, la convocatoria inmediata a paritarias. Como respuesta el Gobierno aseguró que los aumentos para el sector estatal es una atribución del Ejecutivo y que se aplicará con un criterio similar al privado luego de que se apruebe Ley de Emergencia.
Las centrales reiteraron su preocupación por el hambre y se acordó construir un frente común y unir esfuerzos con otros sectores como los movimientos sociales, culturales y empresariales haciendo hincapié en redefinir el pago de la deuda. En ese marco, Ricardo Peidró volvió a reiterar que “las deudas se pagan pero las estafas no”.
También se reclamó que se contemple en la Emergencia Sanitarias a las obras sociales, ya que quedaron desfinanciadas por el aumento de las prestaciones y los medicamentos, así como la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores que aportaban.