Los trabajos encarados junto al municipio consistieron en la ampliación de consultorios y la construcción de un quirófano, lo que permitirá potenciar las prestaciones y, al mismo tiempo, las prácticas de estudiantes en el territorio.
A pesar del ajuste presupuestario que afecta y pone crisis a la universidad pública, la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda logró avanzar y culminar, con el acompañamiento del municipio, una etapa más de obras en el espacio de sanidad animal para la atención primaria de mascotas que funciona en el Centro Educativo y Cultural Eduardo Bracaccini del populoso barrio Nueva Roma.
La acción quedó visibilizada este miércoles con la inauguración de la ampliación de consultorios y la construcción de un quirófano escuela que permitirán potenciar la capacidad de respuesta prestacional y, al mismo tiempo, el desarrollo de prácticas para estudiantes en el territorio.
Se trata de la tercera etapa de un emprendimiento de corte socioeducativo que fue creciendo con el correr del tiempo a partir de una articulación institucional de colaboración mutua entre la facultad y el Estado municipal, lo que se tradujo en buenos resultados.
Al respecto, el decano de esa casa de altos estudios, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Mariano Garate, recordó que «bajo el lema Nueva Roma también existe, hace ya cuatro años, comenzamos a invertir, junto al Estado municipal, en una serie de obras edilicias que posibilitaron no solo renovar y mejorar la prestación de servicios, sino también la formación de estudiantes».
«Así fue que se abrieron nuevos consultorios, sala de espera, un sector administrativo y anexo con baño propio», amplió el facultativo para luego explicar que «en esta tercera etapa de obras se ampliaron nuevamente los consultorios y se puso en marcha, por primera vez, un quirófano escuela que permitirá habilitar nuevas prácticas e intervenciones de resolución quirúrgica para estudiantes y profesores».
Asimismo, Garate señaló que «desde hace dos años, el centro de sanidad animal para mascotas establecido en el barrio Nueva Roma, se convirtió en la tercera estación de prácticas clínicas para los estudiantes de la carrera, sumándose a los ya existentes en el Instituto de Salud Animal (Imusa) de Rosario y en el propio hospital escuela de la facultad de Casilda».
Y en esa misma línea, aclaró que «tanto los consultorios de Nueva Roma _ubicados en Remedios de Escalada al 4200_ como el hospital de Veterinarias, al no ser efectores públicos como los de la salud humana, no cuentan con recursos económicos asignados específicamente para atender la sanidad animal de manera gratuita, razón por la cual los servicios son brindados a través de los procesos de formación de los estudiantes de la mano de sus docentes, y tanto los materiales como los insumos que se necesitan para cada caso clínico provienen de aportes, donaciones o contribuciones que realizan municipios, los propietarios de mascotas y laboratorios del sector privado».
El acontecimiento también fue propicio para renovar el convenio de colaboración entre ambas instituciones con la vista puesta en seguir desarrollando acciones comunes. En tal sentido, el intendente casildense, Guillermo Franchella, sostuvo que «es absolutamente necesario ayudarnos y trabajar juntos apostando a lo colectivo, porque la unión hace la fuerza».
En la misma sintonía, Garate valoró la importancia de lo hecho conjuntamente con el municipio y renovó el compromiso de continuar por el mismo camino, sin dejar de hacer hincapié en la crítica coyuntura que atraviesa la universidad pública.
«Si bien todo corte de cinta para inaugurar una nueva obra constituye un momento de celebración, la facultad ha decidido trazar una hoja de ruta para seguir reclamando al gobierno nacional por la actualización del presupuesto universitario y los salarios docentes», precisó.
Y ese fue uno de los temas que trató el consejo directivo de Veterinarias en la sesión ordinaria que también tuvo como escenario las instalaciones del Centro Educativo y Cultural Eduardo Bracaccini.
En ese marco, además, se vivió un momento de emotividad cuando dos ex docentes recibieron los diplomas de profesor honorario de la facultad. Se trata del ingeniero agrónomo Renato Biolatto y del doctor Alejandro Raúl Pidello.