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El Hospital Cullen es el único efector público de adultos de Argentina que participa de un estudio sobre traslados de pacientes críticos con sistemas de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO). Los resultados, similares a los de países de ingresos altos, ponen en valor el trabajo de un equipo multidisciplinario del hospital, con el sistema provincial de traslados y emergencias y efectores de menor complejidad.
La revista Artificial Organs incluyó en su último número un estudio sobre intervenciones a pacientes mayores de 18 años, que requirieron traslados con sistemas de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés). Esta tecnología bombea la sangre del paciente fuera del cuerpo, a una máquina de circulación que elimina el dióxido de carbono y la devuelve oxigenada. El artículo “Complicaciones durante la transferencia de oxígeno por membrana extracorpórea en Argentina: un estudio observacional multicéntrico” analiza los resultados que obtuvieron, entre enero de 2017 y julio de 2023, las unidades de cuidados críticos de cuatro efectores de alta complejidad de Argentina, entre los que se encuentra el Hospital “Dr. José María Cullen”; junto al Hospital Italiano y el Alemán, de Buenos Aires; y el Hospital Privado Universitario, de Córdoba.
“La utilización de ECMO es una de las prácticas de mayor complejidad en la medicina, por eso es tan gratificante que el Hospital Cullen sea parte de este estudio y con los resultados que tiene desde que se implementa”, remarcó el director del efector ubicado en la ciudad de Santa Fe, Bruno Moroni. “Cuando se debe realizar en traslado, se requiere además de la capacitación, coordinación y una logística de todo un equipo que hace que podamos brindar este servicio y que nuestro Hospital sea el único efector público del país que participa de la publicación, junto a efectores privados de prestigio a nivel nacional”. En esa línea, remarcó que Artificial Organs es una revista periódica de consulta mundial, que incluye experiencias sanitarias de avanzada en investigación, desarrollo y aplicación clínica de terapias de trasplante de órganos y preservación de la perfusión de órganos.
Hay equipo y es público
El doctor Néstor Carrizo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Cullen, explica que la tecnología ECMO se utiliza cuando el cuerpo no puede proveer a los tejidos con suficiente oxígeno y otras medidas de soporte vital no han funcionado. Los más frecuentes son “cuadros de insuficiencia respiratoria o de insuficiencia cardíaca o con shock cardiogénico refractario”. En estas situaciones críticas en las que se utiliza la terapia extracorpórea, la mortalidad de los pacientes está entre el 80 y el 90 por ciento, por eso intervienen “enfermeros, perfusionistas, cirujanos cardiovasculares, cardiólogos intensivistas y todo el resto del hospital para dar soporte”. La complejidad aumenta cuando debe aplicarse a una persona internada en un hospital de segundo nivel o incluso de tercer nivel, pero que no cuentan con esta tecnología y requiere traslado al Cullen. Para atender esos casos críticos, el efector comenzó a formar al equipo y a incorporar el equipamiento en 2015 y a los dos años creó el Programa ECMO Móvil. En este tiempo se realizaron más de 75 intervenciones con ECMO, precisa Carrizo, “la mitad fueron pacientes rescatados con ECMO Móvil”.
En la provincia, toda esa coordinación se resuelve desde la salud pública, agrega el jefe de la UTI, que firma el artículo de Artificial Organs junto al doctor Rafael Ávila: “el 99% de los traslados lo hicimos con el servicio del 107, que depende actualmente de la Secretaría de Logística Integrada y Articulación de Redes (SeLIAR). El trabajo en red es indispensable para poder lograr rescatar a los pacientes que están muy graves, con ambulancias equipadas, con el apoyo de choferes y enfermeros capacitados”.
Con esa logística y a medida que el equipo adquirió mayor experiencia, la distancia de los traslados se fue incrementando permitiendo rescatar no solo a pacientes del centro norte, sino también a pacientes de Granadero Baigorria, en la provincia de Santa Fe; Paraná, Entre Ríos; Bell Ville y Marcos Juárez, en Córdoba; e incluso desde Rosario hasta la Fundación Favaloro, en Buenos Aires, en pacientes que tenían criterios de trasplante.
El equipo que integra el Programa ECMO Móvil de manera directa está integrado por la doctora Antonella Baialardo; los doctores Agustín Fernández, Marcos Kalbermaten, Bruno Simonetto, Martín Irazuzta; los doctores y perfusionistas Horacio Alassia y Raúl Schmuck; y enfermeros y perfusionistas, Manuel Peralta y Ramón Fabre, también especializados en perfusión.
A partir del trabajo de este grupo de profesionales, el Hospital integra la Organización Internacional de Soporte Extracorpóreo (Extracorporeal Life Support Organization, ELSO), lo que permite comparar los resultados que se obtienen en la provincia de Santa Fe a nivel internacional: “la sobrevida de nuestros pacientes de alta es equiparable a los resultados globales, superior al 50%, 55% en los casos de respiratorio, un muy buen resultado teniendo en cuenta que se trata de personas que al momento de la intervención tienen un mortalidad extremadamente alta”, explica Carrizo.
Estrategia regional y formación
Otro eje de trabajo del Programa ECMO Móvil es la educación al interior del equipo, que comenzó dos años antes de su implementación, avanzando luego en una estrategia de “regionalización”, que consiste en la presentación de la experiencia, en hospitales de segundo nivel de la provincia de Santa Fe y en hospitales de provincias cercanas para que conozcan los criterios para su utilización y la manera de articular con el Hospital. A su vez, se han realizado jornadas de capacitación a otras instituciones que quieren iniciar un programa similar, utilizando un equipo de simulación de moderada fidelidad.
Para el crecimiento de esta experiencia de la salud pública santafesina, Néstor Carrizo considera necesario que otros efectores conozcan los criterios y sepan ante todo que en el Hospital Cullen hay un equipo preparado para brindarla: “esta forma de soporte se viene desarrollando en el país hace años, se inició como una terapia asociada a la cirugía cardiovascular y posteriormente se comenzó a implementar en pacientes de la terapia intensiva, en casos de insuficiencia respiratoria refractaria o shock cardiogénico refractario, cuando no hay respuesta a tratamientos. Lo que nos proponemos es que se conozca este método de soporte, cuándo se puede utilizar, y que se sepa que en Santa Fe hay un servicio dentro de un hospital público que se dedica al rescate de estas situaciones de pacientes con extremado riesgo de vida”.